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Datos personales
Azucena, aunque la gente acorta con Azu y me gustan ambos. Y fecha de nacimiento, la misma que una de mis actrices favoritas Meryl Streep, el 22 de junio, aunque en mi caso unos añitos más tarde, en el 1984.
No tengo seudónimo, me gusta firmar los libros solo con mi nombre y mi primer apellido, el de mi padre: Hernán, porque él era una persona muy especial para mí y a la que recuerdo mucho.
Por ese mismo motivo, cuando hace años vi en los concursos que muchas veces pedían un seudónimo empecé a usar “La Molinera”, haciendo un guiño al segundo apellido de mi padre que era Molinero. Parece un poco obsesivo, pero fue un hombre que murió muy joven y se perdió muchos momentos así que pensé que unos homenajes no estaban de más. Pero solo uso ese seudónimo cuando lo exigen los concursos.
Categoría de libros que escribes
Soy bastante dramática, llevo la lágrima en vena. Y me gusta el suspense. En los relatos cortos me encanta meter giros, que de repente no entiendas bien qué ha pasado y tengas que volver a leer el texto.
¿Cuándo y cómo comenzaste a escribir?
Las letras siempre han estado en mi vida. De pequeña en forma de diarios y de viva voz. En historias con mis muñecas, en imaginación narrada. De adolescente dio paso a historias treatralizadas. Dejé un poco de lado la escritura para estudiar arte dramático en la escuela de Cristina Rota, el Centro de Nuevos Creadores. Y allí tuve la suerte de contar con el gran profesor de dramaturgia: Darío Facal. Y en el último año de formación nos solicitó como trabajo escribir una obra de teatro. ¡Vaya retazo! No tuve el valor de quedármela. La imprimí, la encuaderné, se la entregué y la borré de todos mis archivos. Esa era la confianza que tenía en mis escritos…
Ahora estaría encantada de leerla, corregirla y si fuese necesario, mejorarla.
¿Cómo llegaste a la escritura independiente?
Yo siempre había escrito de manera personal, guardando en privado mis textos.
Fue en el confinamiento, sentada en mi sofá viendo la televisión salió la imagen de una anciana cosiendo mascarillas para donarlas a hospitales. Entonces supe que algo tenía que hacer. Soy muy sensible y, ver esa solidaridad en una mujer tan mayor me pareció admirable. Y yo no sé coser. Tampoco puedo ser voluntaria en situaciones así, me da grima la sangre, me desmayo: no podía colaborar ni siquiera como voluntaria en la emergencia clínica que estábamos presenciando.
Entonces lo vi claro. Tenía que vencer mi timidez y mi miedo a la crítica, publicaría uno de mis escritos, regalaría una de mis novelas y donaría los fondos. Así fue como publiqué FRATRICIDIO de manera independiente.
¿Cuánto tardas en escribir un libro?
Suelo ponerme como tope escribirlo en tres meses, o como mucho cuatro. Escuché en un vídeo que Stepheng King tarda ese tiempo, 3 meses, y que indicó que si no lo has acabado en ese tiempo significa que no lo acabarás. Así que intento seguir su recomendación.
Fratricidio lo publiqué en plena pandemia, pero el libro llevaba escrito como mínimo cuatro o cinco años. Creo recordar que tardé justo tres meses, pero sin contar con el proceso de corrección. Porque en su día lo escribí y lo guardé, como no tenía la intención de que nadie lo leyese ni me molesté en corregirlo. Una vez publicado fue cuando tomé conciencia del valor y del trabajazo que supone la corrección de una novela. ¡Es durísimo! Porque en mi caso, nunca me quedo del todo convencida, y una vez publicado he tenido que revisarlo varias veces y ya he parado porque no me manejo muy bien con el programa de Amazon y no quiero meter ningún error de edición jejejeeee, y porque sería interminable el trabajo en sí: no pararía de matizar cosas.
¿Qué es lo más complicado en tu proceso de creación?
En la pregunta anterior comentaba que me he dado cuenta del valor de la corrección, pero sin duda eso no es nada con la dificultad de la promoción jajajaaa. Yo disfruto escribiendo porque me distrae, me relaja, desconecto de mis problemas. Para mí escribir es un hobbie. Pero cuando lo que quieres es conseguir dinero, y en mi caso me volqué duro para recaudar fondos, me lo tomé como un reto personal, me di cuenta de que la labor de marketing es fundamental. Es muy complicado que la gente te compre el libro aunque sea bueno, porque nadie te conoce. Al final te lo acaban comprando con mucho cariño tus familiares y amigos/as. Y la labor principal es lograr una audiencia que poco a poco tenga intriga por lo que escribes y acabe teniendo ganas de comprarlo. Tienen que empezar por conocerte, y es una tarea que no se consigue de la noche a la mañana. En mi caso, por ejemplo, he tenido que ir transformando mis redes para enfocarlas mejor a esta faceta de escritora. Tu mundo se va transformando también y se va envolviendo con esta labor de marketing.
¿Cuál ha sido tu último libro? ¿En qué trabajas ahora?
El primer día que publiqué Fratricidio y se vendieron 30 ebooks en Amazon, me dio un ataque de ansiedad. Los nervios de pensar que la gente de mi entorno se podía sentir defraudada me jugaron una mala pasada. Y eso que solo habían invertido 0,99€, que era lo que costaba. Pero con actitud y gestión emocional supe enfocar en positivo esa energía y cuando empecé a realizar las donaciones a Save The Children y al banco de alimentos de mi localidad: La Depensa de Apoyo Mutuo de Villalba, me di cuenta de lo bueno del proyecto. Y entonces me sentí liberada.
Y me entraron unas ganas enormes de publicar más escritos y de mostrar más mundos que yo tenía en mis textos. A los pocos días publiqué también en Amazon una guía práctica sobre los “10 errores al hablar en público” El arte de comunicar. Era una labor que había diseñado para presentar en mi trabajo algún día, pero que nunca llegué a mostrar. Y pensé que podía beneficiar a muchas personas que no se atreven a hablar en público, a estudiantes de instituto… Al haber estudiado arte dramático de joven, consideré que podía ayudar a muchas personas.
Después realicé un conjunto de relatos con un hilo conductor que he presentado a un concurso de literatura y que estoy esperando el fallo de jurado ¡ojalá tenga suerte y gane el concurso! Jejejeee aunque ya se sabe que estas oportunidades son complicadas porque se presentan muchas personas, yo soy de las que consideran que siempre hay que intentarlo y de las que fantasean que, aunque mi texto no gane, siempre puede gustar a la editorial y que me realicen una propuesta de edición. Es una novela corta llamada “Mosquitas muertas” y los relatos son acerca de personajes con psicopatologías diferentes (porque estoy acabando la carrera de psicología y me gusta mucho el mundo mental) y todas esas historias y personajes se acaban uniendo en el último capítulo.
¿Qué libro te hubiese gustado escribir?
Me encanta el suspense y elegiría dos obras que me dejaron pegada el sofá y a sus páginas:
La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón, que no conseguía despegarme de él.
Dime quien soy de Julia Navarro, me tenía completamente metida en el hilo argumental y en la piel de su protagonista.
Intento leer libros de autores/as de todas las nacionalidades, pero es cierto que me gustan mucho lxs escritorxs españolxs.
¿Te dedicas por completo a la escritura?
Lamentablemente no, estoy empezando en este mundo porque siempre he pensado que era un hobbie y con eso era feliz. Sí que me permito formarme e invierto mi tiempo y dinero en los cursos que veo interesantes para tener una base sólida y poder ofrecer una escritura con matices. Así espero que un futuro, si volvemos a entrevistarnos pueda contestarte de nuevo a esta pregunta pero con respuesta en afirmativo 😉
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