Mi cuarta novela va despacio. Demasiado despacio. No sé si llegaré a publicarla a tiempo de que tenga algo de visibilidad para el concurso de autores independientes de Amazon de este verano. Aquí arriba puedes ver, hasta que la publique, mi recuento de palabras escritas. El objetivo es de noventa mil, pero creo que (para variar…) mis personajes piensan otra cosa distinta.
Si has leído con anterioridad acerca de mi proceso de escritura, sabrás que planteo toda al trama (al menos, unas cuantas páginas por adelantado) en forma de pequeños párrafos de tres o cuatro líneas. Después, cada párrafo se convertirá en dos o tres páginas, por lo general.
Pero esta mañana (muy pronto…) he revisado mis notas, y me quedan exactamente TRES páginas de estos párrafos. Apenas dieciocho «escenas», que podrían acabar en unas cincuenta páginas, o bien poco más de diecisiete mil palabras. Eso, sumado a las cuarenta y tres mil actuales, significaría… Terminar el libro cerca de las sesenta mil.
Aunque ese número está muy lejos de lo que me planteé, podría ser una salida airosa, si consigo cerrar todos los hilos de la trama. También sé que me he dejado, entre lo que ya tengo escrito, algunas escenas por escribir. Pero también sabes (quizá) que no me gusta «rellenar» mis novelas con escenas innecesarias. No escribiré más de lo necesario.
Pero, a día de hoy, ya no tengo ni idea de cuántas palabras o cuántas páginas tendrá mi novela. Lo que sí he descubierto, con cierto horror, es que la portada que tengo medio preparada para publicar con tapas duras (en tamaño 6 x 9 pulgadas, unos 15 x 22.5 cm) no me sirve para la versión en tapa blanda, que será del mismo tamaño que las novelas anteriores, 5 x 8 pulgadas o 12,7 x 20,3 cm. Un trabajo más. En fin…
Las buenas noticias son que me sigo encontrando con noticias y novedades que puedo incluir en la novela. Más datos científicos que proporcionen un trasfondo real a la nueva trama…
