900,000 impresiones…

900,000

Mi panel de informes de Amazon Ads ha conseguido un nuevo hito, he llegado a las novecientas mil impresiones por campañas de publicidad, desde que inicié la primera en marzo de 2021. Poco a poco, voy extrayendo datos de estas estadísticas. Algunas cifras no son buenas, otras están en línea con lo que leo de otros escritores, y hay algunas que son sorprendentes.

Un primer vistazo puede parecer algo pesimista. Con esas 900,000 impresiones, apenas he conseguido 33 ventas en casi dos años. Exactamente, he necesitado 27,272 impresiones por cada venta, como promedio. Pero vamos a ver estas cifras con algo más de detalle…

Las impresiones hacen referencia a la cantidad de veces que una de mis portadas se ha mostrado como publicidad en la tienda de Amazon (los «productos patrocinados»), en los resultados de las búsquedas. Por si misma, esta cifra no da mucha información, salvo la de que Amazon tiene un tráfico inmenso (luego contaré por qué).

La siguiente cifra, es la de los clics. Indica la cantidad de gente que ha visto esa miniatura de mis portadas y ha hecho clic sobre ellas. Esta cifra ya es importante. En la captura anterior, puedes ver que llevo 868 clics, lo que equivale a un clic cada 1,037 impresiones. Por lo que leo en diferentes foros y redes sociales, lo normal es tener un clic cada 1,000 a 2,000 impresiones. Así que estoy en los valores mínimos. Esto indica que mis portadas son atractivas y llaman la atención. Y esto es bueno. 

Pero también está la otra cara de la moneda. Los 33 pedidos recibidos a partir de esos 868 clics significan 26,3 clics necesarios para cada venta. Lo normal sería tener una venta entre cada diez o veinte clics. Esa cifra está por encima de lo que me gustaría. Esto quiere decir que las descripciones o sinopsis de mis libros no consiguen generar suficiente interés en mis potenciales lectores. Y esto es malo. 

Más cifras… ahí puedes ver que las ventas de mis libros le han generado una facturación a Amazon de 189,91€. Pero, ojo, esta NO es mi facturación. De esa cifra, yo me puedo llevar un porcentaje bastante menor, quizá de un 20 – 25%, o, lo que es lo mismo, unos 40 – 45€ de comisiones en total en estos casi dos años, producidos por ventas originadas por esta publicidad de pago. A cambio de eso, he tenido que pagar un total de 63,99€ por esa publicidad, de manera que he perdido dinero.

Sin embargo, esa pérdida me supone alrededor de un euro neto por mes. Me parece una pérdida «justa», a cambio de tener casi mil impresiones diarias con las portadas de mis libros. 

De hecho, tuve que parar una de mis campañas (de un total de cinco), orientada a mis novelas de ciencia-ficción. Al parecer, el público es muy curioso y busca novedades, haciendo clic en muchos anuncios… Sin llegar a comprar después. Con esa campaña apenas conseguí un par de ventas, y perdí (relativamente…) mucho dinero.

¿Cómo podría mejorar esto?

Hay un parámetro que todavía no he introducido aquí: El de la puja por clic. Y es que Amazon me cobra su servicio publicitario en función de la cantidad de clics recibidos, y no por la cantidad de impresiones totales. Como comprenderás, el necesitar muchos clics para una venta afecta negativamente a mis beneficios. «hoy» estoy en un promedio de 63,99/868 = 0,07€ por clic. Esa es la cantidad que yo he fijado en mi panel de publicidad manualmente. Y aquí tenemos la primera «trampa» legal de Amazon. Todos los autores (por ejemplo: todos los que hacemos publicidad de libros de ciencia-ficción) pujamos para que nuestro anuncio sea el más visto. Quien más paga, tiene más impresiones y, por tanto, mayores posibilidades de vender y conseguir comisiones.

Pero esta puja es algo que no puedo permitirme subir, o acabaría perdiendo mucho más dinero. Con esos 0,07€ por puja y 26,3 clics por venta, estoy gastando 1,84€ por venta, mucho más de lo que recupero como beneficios. No quiero pensar qué sucedería si subiese esa puja al doble, o incluso a cuatro o cinco veces ese valor – tal y como me «recomienda» Amazon para aparecer en las primeras posiciones de las búsquedas.

Quiero pensar que, al tener una puja tan baja, mis portadas se muestran solo cuando los otros autores ya han gastado su límite diario (yo, por ejemplo, lo tengo en un euro, pero creo que no lo he alcanzado nunca). Solo entonces «mis» campañas tienen la posibilidad de aparecer en las búsquedas. Pero, a pesar de esto, sigo teniendo más de mil impresiones diarias, y es lo que me ha hecho afirmar, al principio de esta entrada, que el tráfico de Amazon debe ser inmenso (no nos proporcionan cifras a este respecto).

Hay otro apartado clave en estas campañas publicitarias: Las palabras clave o «segmentos». Y es que Amazon permite definir una larga lista de palabras (hasta 999 por campaña), que son las que utilizan para decidir qué campaña o producto se acerca más a las búsquedas de los usuarios. Por ejemplo, para mis novelas de ciencia-ficción utilizo palabras y términos relacionados: «ciencia-ficción», «ciborg», «robot», «futuro», «espacio»… Si alguien busca una «novela de ciencia-ficción con robots» en Amazon, quizá llegue a ver mi anuncio. El problema aquí es que muchas de esas palabras son demasiado genéricas, y las usan todos los autores. Así que, si quiero resaltar, debo subir la puja, de nuevo.

La alternativa es la de utilizar otras palabras, quizá más alejadas de mis libros («fantasía», «space opera»…) o incluso sin ninguna relación, pero que sean muy buscadas por los clientes de Amazon. Incluso hay aplicaciones dedicadas, que prometen ayudar con la selección de palabras clave. Pero no tengo claro que el algoritmo de selección de Amazon no llegue a penalizar estas actividades, de manera que no suelo arriesgarme.

Tengo otras dos campañas en observación, y quizá las cancele, también. En el último mes solo me han generado clics, sin ventas efectivas. Mientras tanto, me toca trabajar en el otro apartado negativo: Las sinopsis de mis libros. Quizá intente volcarme en la preparación de los «contenidos A», que son imágenes mostradas dentro de la descripción de los libros (como puedes ver en mis libros de ciencia-ficción). Pero esto requiere de un tiempo y una planificación que, hoy por hoy, no dedico. Quizá sea ese el origen de mis pocas ventas…

Hasta entonces, intentaré trabajar, en paralelo, en la promoción de mis libros en redes sociales, que solo me cuesta mi tiempo. Por ahora, no estoy utilizando servicios de publicidad de pago fuera de Amazon Ads, como podría ser el de Facebook… pero ya veremos cómo se plantea este 2023. Como siempre, te lo iré contando en esta web… Como siempre, recuerda añadir un marcador a esta página, o bien suscribirte a mi boletín casi-mensual

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