Nuevos hábitos

EscritorioDesde hace mucho tiempo, tengo claro que el público que lee mis novelas no tiene por qué ser el mismo que el que consulta mis libros prácticos. Son, seguramente, dos grupos separados (lo que me lleva a la eterna discusión de si debía haber escrito un tipo de libros con seudónimo, pero eso lo dejo para otro día), con costumbres diferentes.

En el caso de los libros prácticos, es comprensible que se prefiera la compra de un libro, ya sea en formato electrónico o en papel, para disponer de este siempre que se necesite, aunque sea para consultas puntuales, muy concretas. De hecho, todavía hay un pequeño grupo de lectores que prefieren el soporte físico, antes de tener que saltar adelante y atrás con un libro electrónico. Hay pocas ventas en papel, pero siguen llegando regularmente.

Sin embargo, parece que la situación es diferente en el caso de los libros de ficción. Si tienes mi edad (vaya, o la mitad…) habrás crecido, con suerte, rodeado de libros. Hace un par de décadas no había otra opción que comprar libros en papel, salvo la de ir a la biblioteca pública a tomarlos prestados. Pero, ¿cuántos de esos libros has releído, cuántos más de una vez? Seguramente, media docena. Diez, veinte, a lo sumo. ¿Y el resto?

Ojo, que yo también tengo un par de estanterías de libros en casa. Y varios son de otros autores independientes, para apoyarles (por supuesto, de temáticas que me gustan). Y sí, he sufrido en mis mudanzas, cuando ha tocado deshacerse de algunos, aunque no los hubiese vuelto a leer en… años.

Hoy, la lectura se hace de una manera diferente. Siguen quedando incondicionales del papel, y me emociono cada vez que Amazon me reporta ventas en formato físico. Gente que valora el trabajo del escritor, y que sigue prefiriendo el olor del papel. No me canso de agradecer el apoyo que brinda ese público. Si tienes un libro mío en papel, envíame una foto tuya con el libro – estoy planteando algo para el verano.

Aun así, hay otro grupo, cada vez mayor, que se inclina hacia la lectura en formato electrónico. Ya sea por la comodidad de llevar varios libros en un pequeño dispositivo o por la inmediatez de la compra, el formato electrónico se sigue extendiendo, conviviendo con aquellas versiones en papel. Además, se puede reducir el espacio necesario en la estantería, hasta un mínimo – el de esos libros que sí que releemos.

Por si fuera poco, las diferentes tiendas en línea permiten hacer una gestión de los contenidos en un dispositivo concreto (y, si no, siempre podemos hacerlo desde un ordenador, con programas como Calibre). Así, podemos planificarnos la lectura de las próximas vacaciones (acuérdate de mis libros).

Pero, en este punto, ¿Qué diferencia hay entre comprar un libro y tomarlo de una «biblioteca virtual»? Una vez más, las nuevas generaciones tienen un control más hábil de las nuevas tecnologías, y hay servicios en línea, algunos con una suscripción mensual, que permiten un acceso virtualmente ilimitado a sus fondos. A pesar del (relativamente) bajo coste de los libros electrónicos, si se leen varios libros al mes, estos esquemas de préstamo pueden ser beneficiosos para el lector. Y, mientras se mantenga esa suscripción, se puede volver a releer cualquier libro de esos fondos.

En mi caso, la participación en la iniciativa de KMLeonBooks me ha abierto las puertas a un nuevo grupo de lectores, y parece que algunos sí están aprovechando el programa «Kindle Unlimited» de Amazon. Las novelas que tengo apuntadas a ese programa (sobre todo, mi «trilogía ciborg«, y su continuación, «Revelación«) están teniendo lecturas regulares desde ese medio.

Poco a poco, parece que mis libros de ficción se están inclinando hacia estas lecturas por suscripción, lo que va a «descolocar» todo mi sistema de seguimiento de ventas e ingresos. Básicamente, esos libros están generando ingresos (¡limitados!), pero no registran ventas. Así que tendré que replantearme la forma en la que hago este seguimiento, desde hace casi ya diez años…


Y tú, ¿Todavía no conoces el plan de suscripción para lectura «Kindle Unlimited» de Amazon? Échale un ojo en este enlace, tienes un período de prueba de 30 días. Y, si te suscribes desde aquí, quizá nos llevemos una comisión para poder seguir con esta web…

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